Mentes Desordenadas

Abrid la puerta y pasad. Estáis en un lugar donde podéis expresaros de una forma diferente. No hace falta que cobre lógica o tenga sentido, mis pensamientos se contradicen entre ellos librando constante batallas. Si deseas sentir, leer algo que no este carcomido por el interés o simplemente escuchar, da un paso y deja de razonarlo todo. Te invito a mi mundo desordenado, donde encontrarás pensamientos que perdiste bajo la cama de tu mente, sueños escondidos entre las páginas de algún libro y el impulso de una boca entreabierta, que aún no encontró su palabra. Bienvenido.

martes, 25 de enero de 2011

La lucha interna

No todo lo que plasmo es poético, metafórico o simplemente bonito, no todo es alentador, ni triste ni jocoso, ni siquiera, dado el momento, aquello que escribo puede tener algún significado o moraleja.
A veces puedes leer una frase mía, llegar a una conclusión, y darte cuenta que en el siguiente párrafo desecho todo lo anterior a la basura, mezclandolo con frases incoherentes. Es solo un ejemplo más de lo que puede encontrar aquel que decide leerme, por eso dejo aquí estas palabras, no todo lo que cuento lleva consigo un resultado, puesto que a veces es simplemente una mezcla de ideas y sentimientos, que no tienen ninguna conclusión final, si no un final con muchas conclusiones. El ser humano no se puede explicar, ni puede ser definido.
Fotografía: Ricardo Alguacil
La lucha interna.


Ha pasado el tiempo y los días han ido avanzando como las páginas de un libro sin acabar. Aquellos momentos en los que presiento la soledad, respiro hondo y lo vuelvo a leer, pensando que me he podido dejar algo en el tintero, algo que no haya aprendido, alguna frase no percatada de vital importancia o algún suceso que marque un cambio de rumbo por completo.
Leo y leo hasta que me doy cuenta de que no es así, y entonces ansío desesperadamente el siguiente capitulo, como si este fuera a romper por completo cualquier esquema hasta ahora planteado, y la historia diese un giro de ciento ochenta grados.

A veces me desvanezco, me evaporo como una tormenta de verano, que se presenta a media tarde sin previo aviso, que sorprende a cualquier humano, y que se consume por ella misma en unos minutos, alejándose de una forma fugaz. Aquella que tanto trastoca, que es desagradable para algunos y atractiva para otros, aquella que derrocha su carácter en apenas unos segundos.

Ansío cometer errores para aprender lecciones, para aplicar mis fallos a una vida que pretendo arreglar sin saber muy bien donde esta lo negativo. Me planto ante ella de una forma analítica y hostil, como si la retara de alguna forma, y en el mismo instante me vence el instinto maternal y acabo siendo una costurera, con unas gafas y un dedal, buscando por cada milímetro del vestido hasta encontrar aquel descosido donde poder aplicar mi aguja. Nada sirve, puesto que hay cosas que no tienen ni cura ni arreglo, puesto que hay cosas que a veces no tienen ni problema.

Yo no tengo arreglo, ni cura, yo escribo porque son los propios pensamientos los que me invaden, obligándome a que los de vida en alguna superficie. No soy yo quien los controla, no es mi cerebro quien da la pequeña orden para mover mi mano hacia el papel, solo soy un títere manejado a su antojo, solo soy un conjunto de palabras que pierden todo su significado una vez que las has leído.
Alejaos de mi aquellos que traten de comprenderme porque ni yo lo hago, alejaos de mi aquellos que crean que soy digna de análisis, porque no hallaran nada, salvo su mismo retrato.

lunes, 24 de enero de 2011

Feliz año tardío

Había pensado en felicitaros el año de una forma especial, de modo que pudiera agradeceros a todos, que me hayáis leído durante este tiempo.

Pero soy yo más de pensamientos que se activan en ese preciso momento, o que de lo contrario ya no se activan nunca.

Con lo cual, lo que había pensado hacer ha pasado de largo, entre ciertas divagaciones nocturnas antes de dormir y una rutina que me ha tenido bastante eclipsada, en lo que a a escribir se refiere.

Podría ahora dedicaros unos minutos a desearos la felicidad más eterna y contaros un poco lo que para mi ha sido el año 2010, pero lo primero seria demasiado banal, y para lo segundo aun no me siento capacitada, (todavia tengo que hacer balance).

Así que voy a dejar las felicitaciones generalizadas a un lado, para simplemente desearos que no perdáis nunca la esperanza ni la sonrisa, mientras que yo intento seguir compartiendo este lugar con vosotros, donde una mente despistada y desordenada escribe lo que se le antoja en el momento en que le parece.


Gracias.
Feliz 2011

jueves, 13 de enero de 2011

Surcar en velero los mares de china.

Para aquellos que le conozcan, solo con este titulo sabrán de quien hablo, para los que no, hoy me siento orgullosa de daros a conocer a un artista, que es capaz de recobrar la fe en el amor a cualquier escéptico.
Hablo de Toni Zenet, un malagueño capaz de emocionar con unas letras y una música que aparecen detrás de una voz diferente, un sombrero y un chaleco.
Hará dos años que escuché por primera vez ``Un beso de esos´´, y se me conmovió el alma, fué como regresar a la inocencia de mis adolescencia, donde aún me emocionaba escuchando boleros que había heredado, cantando canciones que nadie hacia a mi edad, y soñando con ese amor que suele ser especial y único. Escucharlo me transmitió tanto que como siempre me sucede, tuve la necesidad inmediata de saber más, de sentir y de escuchar.
Hallé en sus canciones una elegancia descomunal, una voz sensual y distinta, un estilo único entre el tango, boleros y jazz, a veces con toques flamenco e incluso algunos se me tornan a mi, bastante latinos, unas letras impecables entre la sencillez y la poesía.
Sus canciones son de esas que te retraen y que efectúan una alteración en la imaginación para que nos dejemos llevar, son canciones para bailar pegados, canciones que te recuerdan la simplicidad de la felicidad, su música es picaresca y transparente.
Os recomiendo que baileis un poco con ``Los mares de China´´ y con ``Todas las Calles´´ , que son los dos discos de este fenómeno.
Zenet es todo un artista, un maestro y un caballero de los que hoy no abundan. Aquí os dejo la prueba de ello. Cerrad los ojos, sentid y escuchad.