Mentes Desordenadas

Abrid la puerta y pasad. Estáis en un lugar donde podéis expresaros de una forma diferente. No hace falta que cobre lógica o tenga sentido, mis pensamientos se contradicen entre ellos librando constante batallas. Si deseas sentir, leer algo que no este carcomido por el interés o simplemente escuchar, da un paso y deja de razonarlo todo. Te invito a mi mundo desordenado, donde encontrarás pensamientos que perdiste bajo la cama de tu mente, sueños escondidos entre las páginas de algún libro y el impulso de una boca entreabierta, que aún no encontró su palabra. Bienvenido.

miércoles, 25 de enero de 2012

Carta Cinco



Cierro los ojos y me vienen imágenes rodadas en círculos infinitos, y estas ahí, mirándome, y mi piel se eriza y un acongoje recorre mi cuerpo, no puedo describirlo, porque no puedo analizarlo.

Aún siento tus ojos negros, de una oscuridad implacable, capaz de traspasar cualquier alma, de remover sus virtudes para encontrar sus defectos, de encontrar aquello que para otros permanece en silencio.
Aún los siento, y cuando los recuerdo, cuando cierro los ojos y esa imagen estalla en este aplacado pecho, una lágrima brota en mi pómulo, constatando una vez más, que mis intentos furtivos por ser anti sentimental no sirven para nada.
Unas pocas horas, y todo desaparece, se consume como un cigarro olvidado en un cenicero, como unas caladas que drogaron mi corazón y que ahora se evaporan entre mis pulmones, aparcándose en un rincón de mi memoria.

Así es tu recuerdo, una proyección de un cine de verano, un escalofrío de un whisky con hielo, un anuncio con un mensaje subliminal, que de una informa involuntaria invade mi cabeza en los momentos mas inoportunos del día, para acrecentar mi deseo.
Y por más que intento olvidar esos ojos, el veneno que inyectaste recorre mi sangre, y por más que me deshago de tu sonrisa misteriosa, reciclándola en la basura barata del amor, soy incapaz de convertirla en cristal.
Así es la espera de una fantasía, así se comporta un cuerpo embriagado, postrado en la cama, mientras observa un rallo de luz que asoma de unas ventanas de acero, pues así es la angustia de tener la suficiente cordura para saber que tu sonrisa se difuminará.

Aún puedo recordar tus ojos, mirándome, atravesándome, grabados a fuego y permaneciendo inalterables, hasta que mi corazón acumule el tiempo necesario, para decidir que he arrancarlos de mi, como espinas enquistadas.


P.D. A ti...

martes, 24 de enero de 2012

Perfume




Si anduvieras descalzo, y en el camino chocaras con una brisa penetrante, con un novedoso perfume hasta hora desconocido, soy yo, pues llevo años a cuesta, en esta piel erizada, buscando el olor penetrante, que sea capaz de provocar el estallido.

Soy yo, quien he desechado orquídeas y rosas por encontrar el anexo perfecto, quien se fascina ante lo silvestre, perdida entre helechos oscuros y olivos gigantes, me rindo ante lo sencillo, pues solo entre dulces girasoles y saladas amapolas, mi intuición recobra el sentido.
Y aquí me tienes, buscando fragancias como busco palabras, borrando mentiras, acomodando verdades, usando metáforas para cifrar moralejas, curando heridas para sentirme amable.

Y mezclo olores como pensamientos, transportando mi mente a un estado eufórico, a un momento triste, a una situación paranormal que llene de empatía lo que añoro, lo que sueño, lo que ilusiona al ser humano, aquella simbiosis perfecta que nos revuelva las entrañas, que nos despierte del letargo.
Y he aprendido a dar baños de espuma a mi imaginación, a impedir que termine agotada entre la realidad y la desesperanza, a suavizarla con aceites esenciales, para que se amolde y nos hidrate, para que nos refresque la razón.

Así que si anduvieras descalzo, y en el camino la brisa te abrazará , respira profundo, pues soy yo, que susurro despacio para no asustar, que de tu imagen cree un sabor, y de tu caricia una palabra, y por cada segundo que cierro los ojos, he creado un perfume, que nos calme el escozor y que sacie nuestro alma.

miércoles, 11 de enero de 2012

Llover




El cansancio me consume,
se me han vuelto a romper
aquellos trozos de puzzle,
que dibujaban mi piel.

Mi espalda rozaba el suelo,
frío en la espina dorsal
el mismo escalofrío perpetuo,
el mismo siento, cuando te vas.

Lluvia que choca contra la ventana
como chocan nuestras palabras,
infectadas de veneno y rabia.

Lluvia que me atrapa en su sonido,
el mismo sonido ambiguo de tu voz,
el que cerró la puerta con sus gritos
el que la abre pidiendo perdón.

Dime que es lo que puedo inventar
para que deje de llover,
dime que es lo que puedo soñar
para que deje de doler.

Recogiendo las piezas de este corazón,
las sonrisas se pierden y se destruye tu olor.

Llueve en esta habitación, llueve en todas
aquellas miradas que olvidaron el amor