Mentes Desordenadas

Abrid la puerta y pasad. Estáis en un lugar donde podéis expresaros de una forma diferente. No hace falta que cobre lógica o tenga sentido, mis pensamientos se contradicen entre ellos librando constante batallas. Si deseas sentir, leer algo que no este carcomido por el interés o simplemente escuchar, da un paso y deja de razonarlo todo. Te invito a mi mundo desordenado, donde encontrarás pensamientos que perdiste bajo la cama de tu mente, sueños escondidos entre las páginas de algún libro y el impulso de una boca entreabierta, que aún no encontró su palabra. Bienvenido.

lunes, 7 de febrero de 2011

No me olvides


Aunque tú no lo creas
sé cuando estas despierto,
o con los ojos cerrados,
haciéndote el dormido.

Sé en que momentos los abres,
y si me miras fijamente,
tratas de decirme algo.

Me dijiste,
no me olvides,
y te evaporaste en mis brazos.

Me ha faltado valentía
para mirarte a los ojos,
y mis labios entreabiertos, callan,
y mi sensatez dormida, habla,
ya sé que no me quieres,
pero quiero estar a tu lado.

Ayer me dijiste, no me olvides,
y hoy no quieres hacerme daño.

Nunca supe decir que no a tiempo,
y el ``no´´ se convirtió en mi enemigo.
Mi recuerdo se alimente de tu ausencia
mientras espero que vuelvas conmigo.

No me olvides, me dijiste,
volveré cuando sienta lo mismo.

jueves, 3 de febrero de 2011

Un Yo



Voy caminando entre piedras, pisando arena, esquivando baches, se que soy altamente incomprensible, se que a veces soy insoportable.
Me descalzo porque alardeo de arriesgarme a sentir, para quejarme si piso cristales. Y si, soy consciente de que las plantas de mis pies son débiles, más de lo que nadie sabe.
Sé de aquellos que no entienden, de aquellos que usan disfraces, que se empapan de protector para nunca quemarse, a veces rabio si los envidio, pensando en su coraza agradable.
Y sí, soy altamente sensible, pues huyo del murmullo del aire, le esquivo por si me hiciera daño y mientras recuerdo nuestro ultimo baile, le miro como si fuera un extraño.
Voy aspirando momentos, respirando ilusiones, acumulando esperanzas que encarcelo bajo llave, pues no me quedan más que los sueños de un ser tímido, trastornado y entrañable.
Me subo a las alturas para sufrir de fobia, construyendo peldaños para alargar una meta que me aterra no alcanzar nunca.
Y sí, soy indescriptible, aquel punto y a parte, soy la avaricia de libertad, la caza de las fantasías, soy la ansiedad de una palabra constante.
Soy extremadamente diferente y asquerosamente humana, y me enorgullezco de no correr entre el conformismo, de ampliar mis ideales con ganas. Y seguramente quede todo en un reflejo, y a veces me resguardo en recovecos por no descubrir mi calma, o embriago a mis ojos para no esclavizar palabras, pero seguiré siendo yo, quien establece el amor como la única cura del alma.
Voy caminando entre huracanes, endulzando un carácter fuerte con sonrisas, abrazando a mis lágrimas, comprendiendo mis fallos. Pues no soy más que aquello en lo que creo, mi sueño, una ligera arruga que se agudiza con los años.