Mentes Desordenadas

Abrid la puerta y pasad. Estáis en un lugar donde podéis expresaros de una forma diferente. No hace falta que cobre lógica o tenga sentido, mis pensamientos se contradicen entre ellos librando constante batallas. Si deseas sentir, leer algo que no este carcomido por el interés o simplemente escuchar, da un paso y deja de razonarlo todo. Te invito a mi mundo desordenado, donde encontrarás pensamientos que perdiste bajo la cama de tu mente, sueños escondidos entre las páginas de algún libro y el impulso de una boca entreabierta, que aún no encontró su palabra. Bienvenido.

martes, 24 de noviembre de 2015

Si tuviera el valor

Si tuviera el valor
ya lo hubiera hecho.
Pero me puede el miedo a no tenerte
incluso sin haberte tenido nunca,
incluso sin haberte sentido.

Si pudiera destriparlo, lo haría,
rompería la coraza que me arropa,
esa que me hace parecer fría,
segura,  impresionista y barroca.
Si pudiera expulsar lo que me grita hacia dentro.
Si tuviera el valor de intentarlo,
de marcar esas malditas teclas,
de impulsarme, de buscarlo,
de sentirte por segundos más cerca.

Pero no puedo,
 me nublan los prejuicios baratos,
me acongojan mis miedos descalzos
que pasean de puntillas mientras pareces dormido.
Si no existiera el tiempo ni el límite,
si pudiere empezar de cero,
y dejar mis cicatrices a un lado,
si pudiera el menos besar las tuyas
te prometo que volvería a intentarlo.

Y echaría a correr,
y buscaría tu presencia, tu palabra, tu boca,
y volvería a intentarlo, por qué no,
aun a sabiendas de que no tiene costuras,
jugaría, saltaría, me probaría tu ropa,
impulsaría las mariposas que estén muertas,
 abriría la ventana, para que salieran volando.

Y mis labios entreabiertos invocarían
las dulces palabras de quiero conocerte,
de me arriesgo, de te apuesto aunque pierda,
aunque las luces se apaguen temprano.

Si tuviera valor lo haría,
probaría a intentar enamorarte,
pero me disfrazo de dignidad borracha,
de cobardía insana, de juzgarme a mi misma
para no desear arroparte.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Versión 1

A veces recuerdo porque me
he olvidado de mi.
A veces sucede que me olvido
de lo que significa existir

Acabo malgastando cada segundo
que tropiezo contigo,
desgastando momentos que
caen en el olvido.

Y solo cuando el carácter
se apodera de mi,
y me grita en soledad,
vuelvo a ser yo,
obligándome a sentir
en esta habitación.

Y maldigo tu boca
y maldigo tu voz
soy un cristal hecho añicos
escupiendo palabras de amor.
Maldiciendo tu presencia
abrazándome a el dolor.

A veces olvidas
con quien estas peleando.
No soy el sexo débil por
estar de pie llorando.

He regalado demasiados minutos
a tu podrida anima sin paz,
manipulando cada sueño,
para impedirme crear,
para impedir que me levantara
y diera la cara una vez más.

Y odio tu mundo,
y odio tu olor,
soy un cristal hecho añicos
escupiendo palabras de amor.
Resurgiendo en tu presencia
aferrándome al honor.

Has cometido el fallo de no
saber quién soy yo.
Has subestimado demasiado
mi corazón.