A veces recuerdo porque me
he olvidado de mi.
A veces sucede que me olvido
de lo que significa existir
Acabo malgastando cada segundo
que tropiezo contigo,
desgastando momentos que
caen en el olvido.
Y solo cuando el carácter
se apodera de mi,
y me grita en soledad,
vuelvo a ser yo,
obligándome a sentir
en esta habitación.
Y maldigo tu boca
y maldigo tu voz
soy un cristal hecho añicos
escupiendo palabras de amor.
Maldiciendo tu presencia
abrazándome a el dolor.
A veces olvidas
con quien estas peleando.
No soy el sexo débil por
estar de pie llorando.
He regalado demasiados minutos
a tu podrida anima sin paz,
manipulando
cada sueño,
para impedirme crear,
para impedir que me levantara
y diera la cara una vez más.
Y odio tu mundo,
y odio tu olor,
soy un cristal hecho añicos
escupiendo palabras de amor.
Resurgiendo en tu presencia
aferrándome al honor.
Has cometido el fallo de no
saber quién soy yo.
Has subestimado demasiado
mi corazón.
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