Una historia. Silvio Rodriguez

Hace mucho tiempo, conocí a una persona, una persona que se convirtió en un buen amigo. Compartí con él mi más absoluta devoción y obsesión con la música, y gracias a su buen gusto, pude conocer nuevos estilos, canciones y grupos.

Tengo en una caja donde guardo recuerdos elegidos, un puñado de postales que me enviaba cada vez que salía de viaje, porque sabia de mi ansiedad por conocer ciertos lugares. Tengo un cd, de una mujer que me encanta, firmado con palabras de apoyo por un mal momento que se asentaba en mi vida, tengo en mi recuerdo miles de conversaciones que me sirvieron de buenos consejos.
Y tengo en el alma, la llave que un día me regaló para abrir la puerta, y escuchar por primera vez a este hombre.
Gracias de corazón, por mostrármelo, y por todas las veces que hemos compartido esta obsesión llamada música, siempre lo recordaré con una sonrisa.

Grande la puerta que se abrió ese día, para conocerle a el, a una persona que me dejaría marcada musicalmente para siempre. No es que sea una adicta, y me conozca todas sus canciones, pero si le guardo un respeto y una admiración, mayor quizá que a aquellos grupos o cantantes de las cuales me aprendí su discografía..
Yo que me considero un poco audaz conjugando palabras, puesto que poetisa me queda grande, me quedo ensimismada escuchando canciones como ``Sueño con serpientes´´ o ``Quien fuera´´. Porque él, si es digno de llevar en sus espaldas la palabra ``Poeta´´, porque es un artista mayor que la mayoría que existen ahora mismo, porque sus letras y su música emociona lo insensible. Por eso Silvio es grande, irreemplazable, único. Por eso Silvio, si es un artista.

Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un años y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida, eso son los imprescindibles.